CUÉNTAME DE NUEVO
Ven, reclínate sobre mi pecho una vez más,
los dos sobre
la grama,
bajo este árbol que nos acoge con bondad y no
protesta,
y que se nota
complacido con nuestra visita frecuente.
Miremos a través de las ramas
hacia el cielo de suave azul que nos contempla.
Lacemos nuestras manos una vez más
y sumerjamos, también hoy, nuestros corazones
en la conversa infinita que ha entretejido nuestras
vidas
con los días,
con el florido rumor de nuestras voces
que sólo tú
sabes ornar
con voz alegre.
Cuéntame por diezmilésima vez
cuál fue tu vida
antes del encuentro.
Complace tu corazón y recréalo con tus relatos de
agradables recuerdos.
Abre puertas a tus expresiones de amor por tus padres
y hermanos.
Deja volar, una vez más, las aves del recuerdo
que se lanzan al aire con alas felices y regresan a
colmar tu corazón.
Cuéntame de nuevo esto y aquello
y lo de más
allá y lo de más acá,
porque me agrada escuchar
el retozo
alegre de tu canto
a la sombra de este árbol,
que recibe nuestra visita frecuente
y nos escucha con el rumor del viento entre las hojas.
(De BRINDIS DE LUZ POR LA MUJER AMADA)