Mientras preparo mis pròximas palabras, quiero compartir con Ustedes este poema
TU
LUZ NO SE MARCHITA
Los
dioses de la tarde ciñeron
los senderos
los senderos
los
dioses vegetales planearon
el encuentro
el encuentro
como
si al borde mismo donde se abre
la aurora
la aurora
los
hilos del destino
desde ya nos atasen.
desde ya nos atasen.
La
luz de ese milagro de esplendores
azules
azules
se
intensifica y crece como madura
el tiempo
el tiempo
la
luz de ese milagro eterniza
el minuto
el minuto
de
nuestro inicio inmarcesible
y tierno.
y tierno.
Bien
recuerdo esa tarde
cuando yo te buscaba
cuando yo te buscaba
presintiendo
tu esencia
cual si ya te aguardase.
cual si ya te aguardase.
Aún
recuerdo el momento en que impulsos
extraños
extraños
me
llevaron silentes hacia tus aguas
puras.
puras.
Como
aves distantes recorrimos
los vientos
los vientos
como
aves al viento deshojamos
follajes
follajes
procurando
algún árbol para anclar
nuestro nido
nuestro nido
y
buscando algún nido para anclar
nuestro sueño.
nuestro sueño.
Cómo
podría olvidar
–pues gratitud obliga-
–pues gratitud obliga-
las
mañanas salobres de nuestros primeros
días
días
ni
la imagen de tu silueta
amable
amable
marcando
la ventana donde
me despedías.
me despedías.
Una
ancha mañana
de luz anaranjada
de luz anaranjada
en
el odre maduro de tu albumen
nutricio
nutricio
comenzó
a florecer como fruto
en verano
en verano
el
germen sideral
de nuestro primer hijo.
de nuestro primer hijo.
En
el minuto exacto se anudó
nuestro encuentro
nuestro encuentro
en
el preciso instante
se cruzaron los vientos
se cruzaron los vientos
extendimos
los brazos
y tranzamos el pacto
y tranzamos el pacto
que
los dioses de arcilla
nos habían prefijado.
nos habían prefijado.
(Brindis de Luz por la mujer amada. JJBE)
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