PREOCUPACIÒN POR LA PAZ DEL MUNDO

Dàmaris de BocarandaE

Estimados amigos:

Es sumamente lamentable que casi el cien por ciento de las noticias que se proyectan por el mundo es de signo negativo. Preocupa en extremo la situación tan precaria que vive LA PAZ MUNDIAL, minada y contradicha y torcida por miles de intereses grandes y pequeños, que la hacen casi imposible. Al parecer la Humanidad jamàs había estado en este trance tan grave, pues abundan los grupos y subgrupos, cada cual con su interés mezquino, a lo que se suma el hecho de que hoy hasta el país menos pensado se encuentra sobresaturado de las armas màs diversas, incluyendo armas nucleares.

Como es sumamente difícil que los protagonistas culpables de esta situación se retracten de sus errores y retiren los oscuros motivos que los impulsan, sobre todo a impulsos del màs obcecado fanatismo, creo que, para contrarrestar esa tendencia a la violencia, es necesario que todos los hombres y mujeres de buena voluntad nos unamos espiritualmente para elevar nuestras oraciones por LA PAZ. Porque es necesario  CONTRARRESTAR EL MAL.

A mi se me ocurre, muy humildemente, que recemos con frecuencia  esa plegaria tan magnìfica, tan elocuente y llena de sabudurìa, que es LA GRAN INVOCACIÒN, cuya letra es, como todos sabemos, las siguiente:

GRAN INVOCACION

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres,
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres,
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida, que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres, el propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de amor y de Luz,

Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.