miércoles, 14 de octubre de 2015

LA IMPORTANCIA DE LA FORMA DE PENSAR, DE SENTIR Y DE ACTUAR Dàmaris de Bocaranda






LA IMPORTANCIA DE LA FORMA DE PENSAR, DE SENTIR Y DE ACTUAR
Dàmaris de Bocaranda

Los humanos, a medida que evolucionan,  van  superando la animalidad, y a medida que esto ocurre, van siendo libres,  al contrario de lo que sucede con aquèllos que permanecen  en el nivel de  los meros instintos y  de las pasiones.
Siendo libres,  nosotros mismos nos abrimos camino, y lo hacemos a través de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos y de nuestras obras.
Sin embargo, el asunto no es simple: el bueno o el mal camino dependen de la forma de pensar y de sentir, que desembocan en un actuar recto o torcido, según nuestras opciones.
Si nuestros pensamientos suelen ser buenos, sanos, bien intencionados y si nuestros sentimientos responden a la misma tònica del bien, nos abrimos camino, en el ascenso evolutivo, hacia la realización de obras buenas, hacia un recto proceder. Si, por el contrario, nuestra forma de pensar y nuestra forma de sentir, suelen ser erradas, habrá un final abrupto, inconveniente, negativo, consecuencia de la opción por el mal.
No es raro encontrar personas que lamentan haber realizado actos negativos, haber perjudicado a su familia, a sus amigos o a desconocidos, por los que han terminado en la cárcel.  Ignoran que incurrieron en esta clase de actos porque no prestaron atención a la forma de pensar. Porque no tuvieron consciencia de la naturaleza de sus pensamientos.
Cuando una persona suele tener malos pensamientos, cuando desea causar el mal, arrebatar, violar, maltratar, terminarà haciéndolo, y lo hará cuando menos lo espere. Porque esas nubes negras le alimentaron el subconsciente y lo impulsaron a perpetrar el hecho. Si, por el contrario, una persona suele tener pensamientos de bien, de paz, de bondad, de amor, de fraternidad, ese cùmulo de luz lo impulsarà a realizar el bien. De manera que todo es consecuencial: un mal camino  trazado por pensamientos y sentimientos negativos, terminarà en una desgracia. Un buen camino terminarà en el bien.
Es, pues, necesario estar atento, en todo momento, a nuestra forma de pensar y de sentir, a la calidad de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos. Es necesario vigilarnos para no caer en las sombras, para no escapar a la luz. Porque el que anda en lo oscuro, tarde o temprano caerà en el hoyo negro. Mientras que el que anda en la luz y con la luz, siempre contarà con ella.
Vivir con malos pensamientos y con malos deseos, es como andar en malas compañías, como sucede con aquèllos que frecuentan la compañía de ladrones y violentos: acogen, casi sin darse cuenta, su forma errónea de pensar , y serán arrastrados por ellos, màs temprano que tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario