EL
ARCOIRIS DE DIOS
Dámaris de Bocaranda
Dicen los sabios
que en esta vida los humanos estamos sometidos a las alternancias de las cosas
buenas con las cosas malas, y que por cada momento de felicidad nos llegan
momentos de desasosiego y de dolor. Yo no estoy segura de que esto sea tan
matemáticamente cierto. Lo que sí nos consta a todos es que a veces nos asaltan
días tormentosos, momentos difíciles y trances amargos que debemos enfrentar y
superar.
Ante esta
realidad sírvanos de consuelo el dicho de que Dios nos da por cada tormenta un
arcoíris de momentos felices al lado de nuestros seres queridos, de nuestros
abuelos, de nuestros padres, de nuestros hijos, de nuestros nietos y de
nuestros amigos. Momentos en los que no debemos olvidar a su autor: Dios, que
nos los envía justamente para compensar la situaciones difíciles.
Cuando se
presenten estos momentos, abramos las ventanas, miremos al cielo y por lo menos
nuestra alma podrá ver con los ojos de la esperanza, un arcoíris de paz.
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